Plátanos horneados

Plátanos horneados

Permite a la cultura invadir tus sentidos

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La historia detrás esta receta empieza por el amor que una de mis tías quería expresarme. Yo la considero como una madre puesto que siempre ha cuidado de mí y ella siempre me ha llamado “hijo”.

Ella no acostumbraba a cocinar, pero cuando no había nadie más disponible para terminar el almuerzo que otros habían empezado ella llegaba a aportar un poco de su magia haciendo plátanos fritos. Incluso cuando esto puede sonar como algo muy simple, la manera en que ella los preparaba ante mis ojos siempre será una maga friendo plátanos. Siempre lograba elegir los mejores plátanos para obtener un producto con bordes crocantes, centro dulce y jugoso, los mejores que he probado en mi vida.

Cada vez que preparo plátanos la recuerdo, sobre todo porque nunca me quedan igual, pero puedo asegurarles aprendí de la mejor.
Los plátanos en sud-América son la base de cada plato. Para elegir los que ya están maduros debes buscar aquellos que tienen manchas negras y son de un amarillo intenso, pero… si vives en Europa (o en climas fríos) si los consigues de esta forma no es el momento para cocinarlos aún.

Me tomó un momento entender cuando era el momento indicado para cocinarlos. Fue gracias a mi marido Frances que recordó que le dije “la próxima vez voy a elegir los más oscuros porque incluso estos no están muy maduros” y trajo a casa los plátanos más negros que consiguió; los vi con un poco de miedo porque no era exactamente a eso que yo me refería, debido a que en Latinoamérica es indicativo de que están fermentando y hay tirarlos a la basura. Él había quedado tan fascinado al momento de descubrir los allocos (el nombre dado en África para el plátano frito, en Venezuela los llamamos tajadas o tajadas de plátano) que los preparábamos a cada momento que podíamos hasta que conseguimos el punto perfecto para cocinarlos que fue justamente como él los había traído a la casa, bien oscuros, que no hubiese nada amarillo a la vista.


En Francia los bananos como dirían nuestros vecinos colombianos vienen de África principalmente, pero puedes conseguir algunos que provengan de países sudamericanos, esto puede resultar menos interesante estando en Europa. El consumo de CO2 es mucho mayor para estos productos provenientes de países de América latina. Es conveniente al momento de comprar, elegir productos que sean locales o que provengan de espacios geográficos no tan alejados de donde nos encontramos.


Luego de mi obsesión por preparar plátanos en Francia me di cuenta del impacto ambiental que esto podía ocasionar, ahora lo hago menos frecuentemente pero aun así me permito hacerlo conscientemente porque nada más satisfactorio que revivir memorias de eventos que te nutrieron emocionalmente en un pasado.

Ingredientes:

  • 2 plátanos bien maduros
  • 80g de margarina

  • 3 palos de canela
  • 1 ½ cucharadas de sirop de arce/ maple
  • Una pizca de sal

Utensilios:

  • 1 bandeja

  • 1 tenedor
  • Horno
  • Cuchara
  • Cuchillo

 Consejo: 

  • Cuando observes que están empezando a cocinarse y a tener un poco de color voltéalos y deja cocinar hasta que este bien dorados.

Procedimiento:

  1. Pelar los plátanos

  2. Servirlos en una bandeja
  3. Utilizar el tenedor para hacer huecos en dos de los lados del plátano
  4. Untar la margarina, sirop de arce y los palos de canela.
  5. Cocinar a 180C/356F hasta que estén dorados.